martes, 9 de junio de 2015

Moral


                                                           
  Hume:

Hume fue un filósofo empirista, esta corriente nació en Inglaterra en el siglo XVII, su desarrollo fue durante el siglo XVIII. Es contraria al racionalismo y su preocupación es epistemológica, es decir, determinar el alcance y los límites de la razón humana.
Se basa en que todo conocimiento procede de la experiencia, la cual es además su origen, límite y criterio de verdad, preferencia del método experimental (inductivo) al deductivo.
La cultura inglesa está más desarrollada debido a que sufrió una anterior revolución industrial en comparación con el resto de Europa. En ella se encontraban las dos universidades más importantes, la de Oxford (se interesó más por el Aristóteles físico, lo que la llevó a una filosofía más práctica con riqueza empírica) y la de París. La caracteriza su postura crítica: un análisis de la realidad que nace de la aplicación de la Razón a todos los dominios del ser humano. Esto llevará a la llamada crisis de conciencia Europea, es decir, un cambio de visión del mundo.
Hume fue un escéptico, no creía en el conocimiento, si no en la probabilidad, sin embargo lo que hoy nos interesa es su moral:
Realiza una crítica del racionalismo moral, comienza por hacer un estudio del fundamento de la moral. Un código moral es el conjunto de juicios a través de los cuales se expresa la aprobación o reprobación de ciertas conductas y actitudes y nos llama a actuar de un modo u otro. 
Los griegos decían que la distinción entre lo bueno y lo malo está basado en la razón, la cual conoce el orden natural y saber que conductas están acordes con el mismo.
Por el contrario Hume considera que la razón no es ni puede ser el fundamento de nuestros juicios morales, ya que no puede determinar ni impedir nuestro comportamiento.
El conocimiento son cuestiones de hecho, no tiene significado, son cualidades ordenadas y dispuestos a los que les hemos puesto nombre, por lo cual no determina nuestro comportamiento ni tampoco lo impide. 
Sin embargo el juicio moral nos hace ver lo agradable y lo desagradable, es natural y desinteresado. La utilidad procede de una sensación de placer que una acción puede hacernos sentir. Sin embargo una acción nos puede proporcionar placer instantáneo, pero a la larga puede hacer imposible la convivencia, por lo cual hay que participar de todos los sentimientos e inclinaciones del resto de hombres mediante un acuerdo.

En este caso estoy de acuerdo con Hume, ya que no podemos basar nuestros impulsos en algo racional, y cuando estamos realizando algo que está mal, aunque nadie nos lo diga, tenemos un sentimiento de culpabilidad, no lo hacemos por mero convencionalismo.
Por otra parte opino que el problema llega a la hora de ponernos todos de acuerdo, ya que es imposible que todos sintamos lo mismo y los intereses de unos se mezclan con los de otros.
A demás, para mi opinión, esta moral está un poco anticuada ya que en la actualidad hay que añadir a la moral el compromiso con el medio ambiente, un tema muy preocupante tanto para el presente como para el futuro y del que muy pocos están concienciados.  














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